2 de agosto de 2009

Muere Corazón Aquino



“Acabamos de perder a un tesoro nacional”, declaró la presidenta filipina, Gloria Arroyo, tras la muerte de Corazón Aquino, fallecimiento por el cual se decretó un duelo de diez días en el país. En Manila, la clase política rindió un homenaje unánime a esta popular figura del país.
La ex mandataria murió este sábado a los 76 años de edad víctima de un paro cardíaco, luego de un largo combate de 16 meses contra un cáncer de colon.
“Cory”, como la llamaban cariñosamente los filipinos, se convirtió en el símbolo viviente de la lucha contra la dictadura de Ferdinand Marcos, marcada por la corrupción y el nepotismo. Tras la insurrección popular, Aquino accedió a la presidencia filipina, de 1986 a 1992, siendo la primera jefa de Estado del continente asiático.
Aquino había regresado a su país, en 1983; poco después, su marido Benigno Aquino, un conocido opositor al régimen, fue brutalmente asesinado. Este doloroso episodio la lanzó a la arena política. Aquino acusa al dictador de haber ordenado el asesinato de su marido y comienza a figurar a la cabeza de las marchas de protestas. Tres años después se presenta como candidata a las elecciones presidenciales filipinas.
Durante su mandato, Aquino debió enfrentar siete intentos de golpe de Estado militares, todos abortados gracias a la vigilancia del jefe del ejército, el general Fidel Ramos. Así mismo, varias catástrofes naturales se abatieron sobre su país durante su período presidencial. A pesar de los numerosos inconvenientes, “Cory” pudo impulsar una nueva constitución (1987) que limitaba el mandato a seis años, y multiplicó los esfuerzos para acabar con el legado de Marcos. La sucedió en el poder el general Ramos.
Tras su retiro de la presidencia, Aquino, consagrada “Mujer del año” por la revista Times en 1986, se mantuvo activa en la escena política, encarnando una suerte de cruzada moral contra la corrupción. Lideró el movimiento de protesta contra el proyecto de su sucesor de enmendar la constitución con el objetivo de autorizar un segundo mandato. En 2001, contribuyó al derrocamiento del gobierno de presidente Joseph Estrada, acusado de corrupción y de mala gestión. En 2005, volvió a figurar al reclamar la renuncia de la presidenta Gloria Arroyo.
Numerosas personalidades internacionales lamentaron este sábado la desaparición de Aquino. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton indicó que como “millones de personas en el mundo entero, Bill (su marido y ex presidente estadounidense) y yo nos inspiramos de la fuerza tranquila y de su apego inquebrantable a la justicia y a la libertad”.
De su lado, Barack Obama declaró: “su valentía, su determinación y su autoridad moral son una fuente de inspiración para nosotros y son una ilustración de lo mejor de la nación filipina”.

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