13 de agosto de 2009

Morales acusa a oposición de desatar ola de atentados contra dirigentes sociales y las elecciones de diciembre


La Paz, ago 13 (ABI) - El presidente Evo Morales responsabilizó el jueves sin ambages a la “derecha neoliberal” boliviana por los atentados con explosivos que la víspera dejaron en La Paz siete heridos, dos de gravedad, la acusó de contratar pistoleros peruanos y advirtió, incluso, que se trata de una estrategia destinada a abortar las elecciones pautadas para el 6 de diciembre en Bolivia. “La derecha atenta para echar la culpa. No es cualquier atentado. Es bien planificado para poder confundir a la población o para echar la culpa al gobierno (..) Posiblemente con este tipo de actitudes están pensando parar las elecciones nacionales”, denunció el mandatario durante una rueda de prensa dictada en el presidencial Palacio Quemado, en La Paz. “Son atentados de los mismos opositores para echarme la culpa. Este atentado viene de ese grupo terrorista separatista” desbaratado por la Policía en un hotel de Santa Cruz a mediados de abril pasado y encabezado por un avezado mercenario boliviano húngaro croata, Eduardo Rózsa. “Ellos preparan (y ejecutan los atentados) para echarnos la culpa”, sostuvo. Morales, que se dijo solidario con la familia de su aliado, el líder de la activista Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), Fidel Surco, cuya esposa Arminda Colque (35) resultó con graves lesiones en uno de los dos atentados registrados el miércoles en La Paz, denunció también que sus opositores, al no poder hacerle frente en el terreno electoral, han contratado mercenarios de nacionalidad peruana para “atentar contra la vida”, desestabilizar su gobierno y minar los comicios venideros. “Las semanas pasadas contrataron unos peruanos. No son simples delincuentes. Son grupos de mercenarios o terroristas. Eso, por supuesto, es pagado” por sus opositores, a los que no individualizó, afirmó el gobernante. Morales, que habló de las coaliciones que gobernaron en el pasado reciente el país, un cóctel de liberales, conservadores, populistas y socialdeócratas, planteó sus sospechas sobre la presencia furtiva de ex comandantes de las Fuerzas Armadas bolivianas, claramente identificados con intereses foráneos y abiertamente emplazados contra su administración. “Hay algunos ex comandantes del Ejército que andaban en esta clase de actos, por supuesto gente comprometida con la venta de misiles” a Estados Unidos, en octubre de 2005, durante el gobierno transitorio del magistrado Eduardo Rodríguez Veltzé, tejida, supuestamente, por un grupo de militar, hoy en la reserva. Morales hizo notar que la Policía, que el martes dio con una banda internacional de asaltantes, encabezada por un peruano en la ciudad central de Cochabamba, halló, en poder de los antisociales, un arsenal y, entre pistolas y revólveres, confiscó explosivos y, lo más llamativo, fusiles de alta precisión con miras telescópicas. “Hay delincuentes con armamento sofisticado” y se han munido de esas armas no para “quitar un (teléfono) celular” a un transeúnte, o “asaltar un banco”, hizo notar el mandatario a quien una serie de estudios de percepción política e intención de voto otorgan, a menos de cuatro meses de las elecciones bolivianas, un amplio triunfo, por más de 40 puntos sobre un lote de hasta ocho competidores. “No se sienten capaces para que democráticamente puedan definir esto”, dijo en relación al modelo de Estado y sociedad plantado por su gobierno y que se dirimirá en las urnas el 6 de diciembre que viene. Morales puso todos los acentos en el caso de una ciudadana estadounidense que, a mediados de 2008, fue detenida en aeropuerto boliviano en posesión de 500 cartuchos para arma de largo alcance. Dijo que “hay familias, hay partidos (políticos) que no aceptan que el movimiento popular pueda conducir el país”. El dignatario, que hizo una reseña de cerca a 20 atentados con bombas registrados en el país andino desde que asumió el gobierno en enero de 2006, se refirió, puntualmente, al que, montado en un sobre de carta, mutiló a la esposa de Surco y que estaba dirigido al dirigente social. “Esa bomba no era para la esposa (de Surco) era para Fidel”, deploró, al tiempo de pedir a los dirigentes sociales bolivianos tomar todos los recaudos de seguridad personal y de encarecer, al Ministerio de Gobierno, redoblar la seguridad ciudadana. El atentado que dejó al borde de la muerte a Colque y que dista de otro, también registrado en La Paz al mediodía del miércoles contra las oficinas de un empresario constructor vinculado en el pasado al partido del ex dictador y presidente conservador Hugo Banzer, Edgar Gutiérrez, envuelto en problemas de alcoba, “tiene carácter político” y se plantea en la perspectiva de las elecciones de fin de año, insistió el Presidente. El viceministro de Interiores, Marcos Farfán, dejó entrever un afán distractivo en la “carta-bomba” enviada a Gutiérrez y que terminó lesionando a dos oficiales de policía. El atentado contra el líder de la Conalcam y la nueva escalada de violencia emprendida contra su gobierno, “es un tema de carácter político, ideológico y cultural”, subrayó, al tiempo de denunciar una nueva campaña contra su administración, del mismo corte de la que se descompuso entre agosto y setiembre de 2008 y que estaba destinada a tumbarlo del gobierno, conocida como golpe cívico prefectural orquestado por prefectos y líderes opositores de Santa Cruz, Pando, Beni, Tarija y, ese entonces, Cochabamba. “Después que fracasaron en el (referendo) revocatorio (en el que cosechó 67% de los votos) y en el golpe cívico prefectural lo que les toca es atacar la vida de los dirigentes”, enfatizó. “Cuando no pueden (en la arena electoral) lo que están haciendo (sus opositores) es apelar al terrorismo. Ahora nos damos cuenta quiénes son los verdaderos terroristas”, deploró.Cc/ ABI

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