El comandante nacional de la Policía Víctor Hugo Escóbar (ABI)
La Paz, 8 jun (ABI) - La Policía boliviana pidió informes y ordenó a sus reparticiones fronterizas una operación de rastreo para establecer si el líder indígena peruano Alberto Pizango, perseguido por la justicia de su país y acusado por la muerte de 22 policías inermes, ingresó subrepticiamente a Bolivia, confirmó el domingo su comandante general Víctor Hugo Escóbar. "Vamos a pedir a través de un fax memorando a todas las fronteras, especialmente por (el puesto de) Casani, supongo que por ahí (podría haber ingresado) si es frontera, por Casani-Copacabana para que todo el efectivo que se encuentre de seguridad y destinado allá pueda elevar su informe para saber si es que ha entrado", Pizango, afirmó el jefe policial. Autoridades de Lima pidieron "ayuda" internacional para establecer el paradero de Pizango, contra las autoridades peruanas han librado una orden de captura por "agitación social" en los incidentes que derivaron el viernes pasado en la muerte de 22 uniformados, además de 12 campesinos, de acuerdo con últimos reportes del domingo. El sábado, medios peruanos reportaron la muerte de 34 campesinos y 9 uniformados, en una operación de la Policía de Perú para desbloquear una carretera neural en la Amazonia de ese país. Después que la ministra boliviana de Justicia, Celima Torrico, responsabilizara al gobierno del presidente peruano Alan García, por la muerte de campesinos, el embajador de Perú en La Paz, Fernando Rojas, calificó de injerencistas las afirmaciones de la funcionaria boliviana. "Hubo declaraciones oficiales, incluso de ministros, que se refirieron con bastantes calificativos y mucha dureza sobre estos hechos con informaciones que no fueron contrastadas, esas declaraciones son intervención en asuntos internos peruanos", sostuvo. Rojas explicó que su gobierno intentó durante casi dos meses un entendimiento con los indígenas amazónicos que controlaron hasta el viernes una carretera en el nordeste peruano, en demanda de la derogación de decretos que consideraban lesivos a sus intereses. "El gobierno del Perú durante 55 días realizó todos los esfuerzos para llevar a cabo un diálogo", sostuvo el diplomático al tiempo de afirmar que Lima no acusó específicamente a nadie cuando el presidente García habló de una "agresión subversiva cuidadosamente preparada contra el Perú". En un momento delicado en la relación bilateral, fría entre La Paz y Lima por recientes cruces verbales a causa del refugio y asilo que Lima concedió a tres ex funcionarios bolivianos procesados por cargos de genocidio, Rojas precisó que "en ninguna autoridad peruana ha habido ninguna puntualización ni mucho menos sobre algún tipo de participación y eso quiero que quede bien claro ante el gobierno boliviano o de autoridad alguna de este país". El funcionario de la Cancillería de Torre Tagle salió al paso de versiones, en un contexto difuso, sobre una supuesta matanza de campesinos en Perú. "Aquellas afirmaciones de matanzas y supuestamente con premeditación no corresponden a la realidad", enfatizó. Ante la versión corriente de que Pizango se introdujo en Bolivia, el ministro de Defensa Legal de Estado boliviano, Héctor Arce rechazó, de plano, "el tratar de relacionar, vincular, acusar al Estado o al gobierno boliviano sobre los luctuosos hechos que han ocurrido en el Perú". Arce exhortó a Lima "asumir sus responsabilidades y no tratar de establecer culpas de sus propias acciones en otros actores". García denunció en Lima que su país "está sufriendo una agresión subversiva contra la democracia y contra la Policía Nacional. Frente a ella necesitamos responder con serenidad y con firmeza". "Esta es una agresión cuidadosamente preparada contra el Perú, una conspiración que ha interrumpido la producción y el transporte de petróleo, el envío de gas hacia las ciudades de la costa y para la cual se habló de insurgencia y levantamiento en las últimas semanas. Políticos que predican fórmulas extremistas, que no han tenido eco en la población de las ciudades y ni siquiera en la población agraria de los Andes, han logrado usar a los pobladores de las selvas y a las etnias amazónicas", denunció en una carta pública. El mandatario peruano completó que, como consecuencia de tal agresión irresponsable, "22 policías han sido asesinados en condiciones de salvajismo y barbarie y con métodos idénticos a los empleados por Sendero Luminoso, se procedió a degollar y herir con lanzas a humildes policías rendidos y sin armas". En tanto, el ex candidato a la Presidencia de Perú y líder del Partido Nacionalista Peruano, Ollanta Humala, denunció al gobierno de García por promover una operación política encubierta en la Amazonia peruana. "Denunciamos este operativo político encubierto del Gobierno, por el cual han preferido la matanza de pobladores a la derogatoria de los decretos legislativos, que dicho sea de paso, han sido declarados inconstitucionales por una Comisión Extraordinaria en el Congreso de la República -que se formó el año pasado a raíz del primer paro en agosto del 2008- y por la propia Comisión de Constitución, pronunciándose ambas a favor de la derogatoria", afirmó en un carta pública. Las primeras versiones recibidas desde la población de Bagua, epicentro de la protesta de campesinos peruanos, dieron cuenta de una brutal represión por parte de la Policía de Perú que incluso acudió al apoyo de helicópteros desde donde se soltaron ráfagas de ametralladora contra alrededor de 5.000 indígenas que cortaban una ruta del nordeste peruano en demanda de la anulación de varios decretos. Humala, líder de la principal formación de oposición denunció que "este operativo tiene como objetivos facilitar la aplicación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en la zona de la Amazonía sin dialogar con las poblaciones amazónicas, como lo expresan claramente, los acuerdos supranacionales como el de la Organización Mundial del Trabajo y de la propias Naciones Unidas, del cual el Gobierno peruano es suscriptor". También "descabezar a las dirigencias amazónicas, por lo que intentan detener a varios de los principales dirigentes amazónicos" y, por último, "acusar al Partido Nacionalista Peruano y acusarme a mí, de ser los azuzadores, de ser la mano que está moviendo las movilizaciones, las paralizaciones".Cc/ ABI
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